"Pieles abstractas..."

poemario inedito.

1

Yo...
desapareces en la luz,
el otro... un abstracto,
un aroma impar,
una semilla de números,
cabalga en el equilibrio;
nos marchita la sombra de ojos grises...

Pieles abstractas: -El otro yo-...
imagina un reloj de versos,
una latido de papel,
nos grita al labio...

Un equilibrio desnudo,
de la nada...
cuando decapito su paraíso,
descansan mariposas y aullidos,
y al cadáver,
el llanto le arranco las pupilas...




2
Tu fresca voz de manzana,
degolla el cuerpo del aroma,
irisado azul triste,
en el cráneo de las pupilas,
hoy madura la luna,
-como siempre-,
en el árbol de la oscuridad.

Aquel devorado suspiro,
aleteó en el viento,
una hoja cae de sus alas,
una estrella nace virgen,
en los lados horizontales, ya marchitos...

Mueres equilibrio,
en la boca piojosa del segundo,
un manantial llora sombras de ojos grises.

Y una luna de agua,
nos miro el sueño,
crucificado...


3
Moisés...
apaga la boca del alma,
que quiere dormir,
hasta embriagar la pupila, en silencio...

No murmures telarañas,
cose los petalos del viento,
en hamacas de papel:
y escribo una línea azul,
en la piel del dado:

(Un cazador de estrellas y de ladridos,
dínamo inmóvil,
pez del cielo.)

Alguien pregunta: -¿Quién duerme?-.
monosílabos mudos...

Vuelven a girar invisibles,
en las ramas del cielo...



4
Pinto;
un silencio,
envés,
de ojos secos,
allí;
rueda el viento. Y la lluvia besa el firmamento,
atrás; dos solos impares.

Donde; tu nombre,
(es una sombra
o una luz oscura)...
y las raíces de la luna,
simples amarillas,
cuelgan en...
los cabellos del árbol,
aves de papel.

Se revuelcan las mamíferas,
en la risa de un sexo...
ven O,
con la costilla empellejada de dados;
ahí, pinto una piel abstracta.



5
Cáscara de relojes en equilibrio...
sus espejos nos miran a los ojos,
siendo el cadáver de una lágrima,
que gira desnuda de azul.

Emborrachado de huesudas caricias,
miro la empiyamada mañana,
que huele a ladrido de cloaca.

Ese espacio entre la nada y yo: Soledad; está agrietándose...
y en mi sombra,
donde cuelgan peces,
las almas;
hay un número sin cráneo.

Ángeles piojosos,
brillan en el cielo,
con una O que cae de espaldas,
en los escalones del viento...

Hilos-agua. Hilos-agua.
Te torceré el cuello catedral... y nadie lo negara